“Samuel murió, y todos los israelitas se reunieron para llorar su muerte…”
1 Samuel 25:1
Debo iniciar con una interrogante ¿Estás dejando huella en tu comunidad, en tu trabajo, en tu lugar de estudios? Muchos personajes de la Biblia son recordados por su valentía, su fe, su corazón dispuesto a obrar lo que Dios
ordenaba, de muchos otros sabemos muy poco y de algunos conocemos su mal estilo de vida.
Samuel fue un hombre ejemplar, fue el encargado de juzgar, liderar y prácticamente gobernar a Israel en la época que se encontraban en una ruina espiritual tremenda. Cuando todos estaban lejos de Dios, Samuel aceptó el reto e hizo un llamado al AVIVAMIENTO... Pero no se paró al frente diciendo que hacer, él mismo ofreció ser ejemplo.
Cuanta falta nos hacen hoy en día hombres y mujeres como Samuel, que no estén al frente hablando lo que no viven; que sean transparentes, pero íntegros delante de Dios y delante del pueblo.
Que no los alabe su propia boca, sino la gente que está alrededor, los que ven el trabajo, el ejemplo y la dedicación que ponen cada día.
Ojala la gente que nos rodea tenga alto concepto de lo que somos, de lo que vivimos, que el día que ya no estemos en la faz de la tierra, todos sepan y digan que ha sido una gran perdida, grandes embajadores de Dios acá en la tierra.
Recuerda:
¿Cuál será el legado que dejarás? ¿Te recordarán como alguien admirable? Deja una buena huella.
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