“Así David se presentó ante Saúl y quedó a su servicio, y Saúl llegó a estimarlo muchísimo y lo nombró su ayudante”
1 Samuel 16:21
Antes de que el gran David estuviera en el trono, tuvo que ser parte de la servidumbre de Saúl; muchos de nosotros no hubiésemos estado de
acuerdo en cumplir ese papel, lo que debemos tomar en cuenta es que el SERVICIO puede abrirnos más puertas de las que podemos imaginar; este fue el caso de David, su espíritu de servicio logro que consiguiera el favor del entonces rey, David es colocado como ayudante de Saúl.
Es lamentable conocer personas que no tienen disposición de ayudar, de involucrarse en el Reino, son las típicas personas que esperan que los demás hagan todo por ellas, sin duda no llegarán lejos. Recordemos aquella frase popular: “El que no vive para servir, no sirve para vivir”.
El servicio y la humildad son herramientas indispensables para un adorador, si nos llamamos adoradores y no servimos al Señor y al prójimo, simplemente nos estamos engañando. Seamos ejemplo, no con palabras...
Mejor con SERVICIO; además cuando servimos lo único que estamos haciendo es abrirnos puertas, preparando el camino a lo que viene.
Recuerda:
Sino sirves, no eres un adorador.
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