“Y tú serás bendito en todo lo que hagas”
Deuteronomio 28:6
En el campo, en la ciudad; de día y de noche; en el trabajo, en el colegio, en el bus, en el negocio, en la iglesia, en la casa; no importa dónde nos
encontremos, las bendiciones de Dios nos seguirán. Se que al saber que las bendiciones llegarán se te dibuja una sonrisa en el rostro, pero no es así fácil y tampoco es gratis. Hay algo que debemos hacer, pero definitivamente vale la pena: AMAR A DIOS, vivir para
adorarlo.
Cuando amas: obedeces, respetas, lo que haces para esa persona deja de ser una carga y sé vuelve una pasión. Para muchos seguir a Dios es una
carga, obedecerlo es martirio. Dejemos de pensar así y amemos a nuestro creador.
Él lo único que quiere es que lo amemos. Cuando logremos
visualizar eso, es porque vamos en el camino correcto y nuestro corazón es de adorador; allí, nos seguirán las bendiciones a todo lugar.
Recuerda:
Si amas a Dios, obedece, respeta, realiza su voluntad con pasión.
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